Publicado: 26/11/2012 - Actualizado: 08/12/2020
Autor: Ruth Dubarran

Las semillas, también llamadas pipas de la calabaza, se pueden consumir crudas o ligeramente tostadas, tanto ellas como su aceite son ricas en vitamina E, ácido linoleico, cinc y hierro. Su contenido en curcubitacina, un principio activo de tipo alcaloideo, tiene dos propiedades medicinales diferentes: impiden el crecimiento excesivo de la próstata, desinflamando y relajando la vejiga, facilitando así la micción.
Además, son vermífugas, las semillas de calabaza, paralizan los gusanos que parasitan el intestino, como las tenias, (solitarias) como los áscaris.
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